Acción Urgente COMUNIDAD INDÍGENA CONTINÚA DESPLAZADA

Acerca de esta acción

Inició el 07/03/2017, Finaliza el 11/04/2017

Las 21 familias de la comunidad nativa Asháninka de Meantari, en la selva central de Perú, continúan desplazadas de su territorio por temor a que personas armadas regresen y concreten sus amenazas de muerte.

La comunidad nativa Asháninka de Meantari en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo, en la selva central del Perú, todavía no ha recibido la protección que requieren para retornar a su territorio. Frente a la falta de respuesta de la Policía Nacional y el Ejército, el 15 de febrero los Comités de Autodefensa Asháninkas ejercieron su derecho a recuperar su territorio de manera autónoma y pacífica. Al llegar a su comunidad encontraron a algunas de las personas armadas que habían ingresado a su territorio el 3 de febrero y que, de acuerdo con miembros de la comunidad, habían quemado la casa comunal y destruido sus viviendas y cultivos de café.

 En total, los Comités de Autodefensa Asháninkas encontraron a 11 personas, de las aproximadamente 60 que habían ingresado a su territorio. Las 11 personas fueron trasladadas a un centro poblado cercano luego de comprometerse públicamente a abandonar la zona y no regresar. Ni el Fiscal ni representantes del Ministerio del Interior se apersonaron en el lugar. Las 11 personas dejaron constancia, en una asamblea comunitaria que se organizó tras la detención, que recibieron en todo momento un buen trato por parte de los Asháninkas.  

A pesar de que los Comités de Autodefensa de la comunidad recuperaron materialmente su territorio, los Asháninkas no han retornado aún, pues ante la falta de protección de las autoridades, tienen temor de que las personas armadas restantes se encuentren aún en su territorio o que regresen y concreten sus amenazas de muerte.

 

Información complementaria

La comunidad nativa de Meantari está ubicada en la selva central del Perú, en el distrito de Pangoa, región de Junín. La zona ha sido declarada en Estado de Emergencia por el Estado peruano debido a la presencia de remanentes de grupos armados, y se encuentra bajo control del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas desde el 6 de octubre de 2016. 

 

El 3 de febrero, aproximadamente 60 hombres armados no identificados ingresaron al territorio de la comunidad Asháninka. Con amenazas de muerte les exigieron a los miembros de la comunidad que se fueran del territorio. Ante la gravedad de las amenazas, las 21 familias de la comunidad se desplazaron hacia las comunidades vecinas de San Ene y Yaviro.

 

El 7 de febrero la comunidad y la organización indígena Central Asháninka del Río Ene (CARE) presentaron una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Chanchamayo y el 8 de febrero informaron a la Policía Nacional y a la Defensoría del Pueblo lo ocurrido, solicitando su intervención para garantizar el retorno de la comunidad y proteger su derecho al territorio y la integridad del pueblo indígena.  Según información recolectada por Amnistía Internacional, los hombres armados ingresaron al territorio para llevarse un cargamento de madera extraída ilegalmente del territorio indígena. El cargamento fue descubierto por miembros del comité de autodefensa de la comunidad indígena de Meantari en enero de 2017. Este fue dejado bajo su custodia por parte del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) luego de una diligencia realizada el 25 de enero, en donde SERFOR constató e incautó 97 piezas de madera aserrada.

 

El 22 de febrero de 2017 la comunidad fue reconocida por el Estado como nativa, sin embargo no cuenta aún con título de propiedad.  Esta es la segunda vez que la comunidad de Meantari es obligada a desplazarse forzosamente de su territorio. Durante el conflicto armado entre 1980 y el 2000 la comunidad sufrió el impacto de la violencia terrorista. Las desapariciones y asesinatos que sufrieron a manos de grupos armados obligaron a los comuneros a desplazarse forzosamente a comunidades vecinas, en particular a la comunidad nativa de San Ene, desde donde atendían sus cultivos por la falta de seguridad en la zona.  En los últimos años, los miembros de la comunidad han retornado a su territorio, recuperando sus prácticas y costumbres tradicionales, a pesar de que en la zona aún existen remanentes de grupos armados, vinculados al tráfico de drogas y de extracción ilegal de madera que ponen en riesgo su vida e integridad.

Petición a ser enviada

Para: Ministro de Interior Carlos Basombrío Iglesias; Ministro de Defensa Jorge Nieto Montesinos; Fiscal de la Nación Dr. Pablo Sánchez Velarde

Asunto: COMUNIDAD INDÍGENA CONTINÚA DESPLAZADA

Mensaje:

Estimados Ministros y Señor Fiscal de la Nación,

 

Por la siguiente, nos dirigimos a ustedes exigiéndoles que instruya a la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Junín que identifique e investigue plenamente a aquellas personas responsables de entrar al territorio Asháninka, los daños causados y las amenazas efectuadas.

 

Así también, realicen una intervención inmediata para resguardar la vida de los miembros de la comunidad de Meantari, asegurar la integridad de su territorio y poner fin a cualquier actividad ilegal que ponga en riesgo a la comunidad.

 

Además, requiriendo a las Fuerzas Armadas que garanticen que las 21 familias Asháninkas, incluidos niños, niñas y mujeres puedan regresar a su territorio en condiciones de seguridad.

 

Finalmente, recordándoles al Estado Peruano que tiene que buscar una solución duradera que garantice los derechos de comunidad nativa Asháninka de Meantari a la tierra, territorio y medio ambiente.

 

Sin nada más que agregar, nos despedimos cordialmente.

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